Descendió a la Tierra en octubre de 1963.
No se tienen más noticias de él hasta 1981, cuando entra en la Escuela de Arquitectura de Sevilla.
Diez años más tarde, sale corriendo por
la puerta de la citada escuela y, perseguido por la larga sombra del 92, no detendrá su alocada carrera hasta llegar a Nueva Zelanda, donde influido por las corrientes oceánicas, concibe el descabellado propósito de abandonar la arquitectuira y dedicarse en cuerpo y alma a los tebeos y la ilustración.
Los neozelandeses, gentes de buen corazón, le dan su primera oportunidad y así hace él sus primeros pinitos en el campo de la ilustración publicitaria. Pero tendrá que esperar hasta septiembre de 1994, cuando comienza a publicar su primera serie regular (Quintín Leroux)en el suplemento infantil del diario El Mundo, para ingresar en el selecto club de los autores que comen de sus tebeos.
(Extraído de la contraportada de este tomo).