Francine, Katchoo, David y Freddie siguen envueltos en sus múltiples problemas, dudas, inquietudes... donde el folletín sentimental vuelve a tomar las riendas de la narración, aderezado con algunas notas del tumultuoso pasado de Katchoo, pero olvidando un poco -y por ahora- los tintes de género negro que tenían los números atrasados.
Freddie vuelve a irrumpir con fuerza en la historia de SiP y en la vida de Francine, y parece dar tanto juego como en sus anteriores apariciones. en fin, que Terry Moore sigue con pulso firme entretejiendo la vida de esta pareja, trío o cuarteto -sobre gustos...- confirmando su talento en esta suerte de apasionante culebrón.
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