Mientras Cíclope y Tormenta velan por la tranquilidad de la Escuela para jóvenes Talentos de Charles Xavier, el resto de la Patrulla y el profesor están trabajando en la guarida que Magneto tenía en una isla del Triángulo de las Bernudas, y que los
X-Men ya han hevcho suya.
La teórica tranquilidad de la Escuela se ve súbitamente amenazada por un estallido: se trata de una nave alienígena que cae cerca de
la casa. Cuando Ororo y Scott acuden al salvamento de los posibles supervivientes, se dan cuenta de que sólo hay uno: el mayor Christopher Summers, más conocido como Corsario y líder de los Starjammers.
Este reencuentro remueve viejas heridas de Scott, ya que, en realidad, Corsario es su padre. Pero el principal problema no está allí. Unos alienígenas han secuestrado a Lilandra, y la flota imperial Shi’ar está dispuesta a todo con tal de rescatarla. El problema, según Corsario, es que los secuestradores están en la Tierra, cerca de New York, y que si nadie se lo impide, los Shi’ar podrían llegar hasta destruir nuestro planeta con tal de recuperar a su emperadora.
De momento, los Shi’ar han decidido darse algo de tiempo. Convocan a todos los miembros de
la Patrulla-X y a Corsario para comunicarles que antes de destruir el planeta les dan la oportunidad de devolverles a Lilandra.
Para afrontar una tarea que se promete ardua, los
X-Men cuentan con unos viejos amigos: Los Vengadores...