La unidad de Batou pone a salvo al ministro de Asuntos Exteriores de la República de Kuzan, pero se produce un golpe de estado y son bombardeados por aviones del ejército golpista. Batou se salva, pero pierde a sus hombres y Kusanagi queda seriamente dañada en la escaramuza. La intentona golpista es sofocada y, con el fin del conflicto armado, Batou regresa a Japón. Una familia. Por otro lado, el teniente coronel Mamuro es hallado muerto. Todo parece indicar que Kusanagi se encuentra detrás de ambos asesinatos y Batou se pone a investigar con la ayuda de sus compañeros Borma e Ishikawa.