La relación entre Kyosuke y Kirino (hermanos) ha sido totalmente fría e inexistente durante los últimos años, básicamente porque ella ha ignorado continuamente a su «poco interesante» hermano… Sin embargo, un día Kyosuke encuentra ¡¡un videojuego erótico llamado «Amor con mi hermanita» en la habitación de Kirino!! Ella acaba por confesar que es una otaku totalmente apasionada por las chicas moe y los
videojuegos. A partir de aquí, y para evitar que el resto de la sociedad se entere de su peculiar hobby, Kirino le pide a Kyosuke que le dé consejos para conciliar su vida personal con su «pequeño secretito».