Dado que se ofrece una recompensa por su cabeza, Ania Solo se ha convertido en el objetivo de dos cazarrecompensas: una implacable cazadora que va armada con un electrolátigo y Ramid, un antiguo amor de Ania. Desde que Ramid capturó a Ania, sus amigos Sauk, AG-37 y el antiguo caballero imperial Jao Assam la han estadobuscando. Jao no tiene tan claro como los dos primeros que sea inocente, pero está dispuesto a escuchar qué tiene que decir en su descargo… si es que son capaces deencontrarla. Mientras tanto, en Coruscant, donde se ha ofrecido la recompensa, otro caballero imperial escarba en el pasado de Ania.