Adrián y Altuna eran amigos de toda la vida: se partieron la cara entre ellos o contra otros cuando fue necesario y se hicieron las primeras pajas juntos viendo porno. Esta nueva novela gráfica de Esteban Hernández no es un duelo entre caballeros ni un drama salvaje, se trata de una ficción en torno a
la muerte. Un viaje de situaciones rocambolescas y personajes peculiares en torno a la ausencia de un ser querido.