Bajo el prisma de una ciudad educadora, este manual plantea la necesidad de introducir el uso de los dispositivos móviles en la práctica de la educación patrimonial, tanto si se trabaja desde el ámbito museístico como si se plantea desde el ámbito escolar; la juventud del sigloxxi, así como la educación patrimonial, requieren utilizar las herramientas que la tecnología de este siglo pone en nuestras manos. La educación es un lento y largo proceso de sociabilización que necesita compartir pautas culturales y herramientas de trabajo.
La cultura digital en la que estamos inmersos nos exige dar este salto hacia este incierto futuro que ha comenzado; frente al riesgo que plantea la aventura digital, en el campo de la educación se yergue el edificio ruinoso de la educación tradicional; el peligro no está en los riesgos que asumimos ante el avance del futuro, sino que reside en el inmovilismo frente a los cambios del mundo.
Por otra parte, en este ensayo se pone de manifiesto cómo esta cultura digital en la que vivimos y nos hallamos se basa en la compartición; todas nuestras experiencias vividas las compartimos con quienes queremos y de forma inmediata a través de los aparatos móviles. Y museos y escuelas deben tomar nota de esta nueva necesidad cultural.
Finalmente, los autores de este texto defendemos que esta apuesta hacia el mundo digital va más allá de un simple cambio tecnológico o de herramientas; la fuerza de esta revolución digital alcanza cambios más profundos que afectan a nuestra forma de pensar y contribuyen al surgimiento de una nueva inteligencia. Y esta se manifiesta especialmente en los llamados nativos digitales, pero no es exclusiva de ellos, sino de todos, pequeños y mayores. Ser conscientes de estos cambios y de lo que comportan es el motivo que nos ha impulsado a escribir el libro, intentando ofrecer un conjunto de ideas sobre cómo aprovechar la terrible fuerza de esta revolución digital.
Producto Siguiente
Medalla De Antoñita Imprenta |