En la orfandad de los pantanos se oye de nuevo la poesía de los espectros... Cuenta el viento que las damas de rostros pálidos continúan sonriendo a la eternidad y sueñan con la esperanza de encontrar un atisbo de luz en sus noches sin fin. Al final del otoño, Favole seguirá un sendero de violetas a través de un paraíso helado y dejará que la hiedra de su sepultura trepe hasta muros imposibles, deseando cubrir el añorado castillo del país de los vampiros.