Este volumen comienza con la conclusión del primer gran ciclo argumental escrito por Roy Thomas para la colección de Hulk. Se trata de una historia de gran interés humano donde Bruce Banner vive un sueño hecho realidad: la posibilidad de controlar a su alter-ego. Esta línea argumental también incluye una pequeña sorpresa: la parte final está dibujada y entintada por Sal Buscema, un artista capitan en la trayectoria del gigante verde. A continuación se incluye otro cómic dibujado por Sal Buscema, donde Hulk tiene un protagonismo absoluto. Es el #66 de
X-Men. Y en las páginas finales, un histórico crossover entre las colecciones del Dr. Extraño, Namor y Hulk. Es decir, el primer encuentro (no oficial) de los tres personajes que posteriormente fundarían Los Defensores.