Afortunada es un fascinante documento sobre los detalles de la vida precaria de la autora, una veinteañera residente en Williamsburg, el barrio bohemio de Brooklyn, Nueva York, narrado con un sutil sentido del humor. Su estilo de dibujo simple y austero, su fuerte narrativa generan una crónica ácida en la que se retratan situaciones como la de unos compañeros de piso que se comunican únicamente a través de Post-its; aspirantes a artistas que a penas pueden pagarse el alquiler de una habitación y que viven en un entorno deprimente y cochambroso. Gabrielle Bell nos hace partícipes de su estado anímico depresivo y de sus pensamientos obsesivos acerca del fracaso mientras posa como modelo de desnudo para estudiantes de Bellas Artes, como también en todos
los otros trabajos que ejerce para poder ganar dinero, ya sea como profesora de arte, ayudante de una dibujante de cómics muy popular o haciendo joyas en un taller. Todos estos episodios nos muestran su desesperación, aburrimiento y disconformidad consigo misma y la conducen a soñar con vivir una vida diferente que la saque de su vacío y en los que se vea tal y como ella quiere ser: una artista consolidada y respetada.