Una catástrofe inexplicable sumerge Japón en el fondo del mar. Un chico sobrevive a la desgracia, aunque pronto se percata de su sorprendente y angustiosa situación: ha quedado abandonado en una porción de tierra rodeada de mar por los cuatro costados. Su esfuerzo por seguir con vida lo obliga a agudizar el ingenio, ya que nada de lo aprendido en la escuela le es útil para mantenerse con vida. El muchacho, que cual Robinson Crusoe avanza hacia la conquista de su nueva y sobrevenida situación, no puede sino recurrir a una desesperada aleación de recuerdos e intuición vertida en una prueba permanente de ensayo-error. Las pequeñas conquistas no le ahorrarán, sin embargo, el sufrimiento, sólo soportable parapetado tras la esperanza de que alguien, en algún momento, lo venga a rescatar de esta increíble pesadilla.