El doctor Néctor, un famoso antropólogo forense, se acaba de jubilar. Durante muchos años, ha colaborado con la policía. El doctor y Nicolás, su nieto de once años, van a pasar juntos las vacaciones de verano en Jaén. Sin embargo, la misteriosa aparición de un esqueleto va a obligarlos a desplazarse hasta el Museo Romano de Mérida, donde descubren que unos ladrones han robado piezas de valor incalculable y que, para despistar a la policía, han falsificado una lápida con la intención de hacer creer que el esqueleto pertenece a la diosa Proserpina.
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