Probablemente el cómic más importante de los años ochenta. El malogrado Yves Chaland creó con Freddy Lombard un obra imitadísima a posteriori, que era imposible de encontrar en español en la actualidad. Su estilo, uno de los exponentes más interesantes de la línea clara, creó escuela y ahora
Glénat lo rescata para toda una nueva generación de lectores y para aquéllos que ardían en deseos de releerlo. Y esto sólo es el principio del redescubrimiento de toda la obra de Chaland, que publicaremos integramente en una única colección.