El espectro de la guerra recorre una Europa que todavía recuerda los estragos de la primera contienda mundial, y sus ecos ya alcanzan a una América neutral que sin embargo recela de los espías nazis y reconoce la necesidad de encontrar nuevos inventos para modernizar el armamento de su ejército.
En este marco prebélico se suceden una serie de sabotajes que despiertan la atención de Wesley Dodds, alias
Sandman. Tras esos sucesos, aparentemente inexplicables, está la figura de un científico que desarrolla una nueva máquina que deteriora los materiales y que pone al servicio del mejor postor: el jefe del turbio sindicato de estibadores del puerto de Nueva York.
Esta historia cuenta, como invitado de excepción, con Ted Knight, el Starman de los años 40.