Ana Frank, una joven alemana de raza judía, se convirtió, sin quererlo, en uno de los iconos del siglo XX. Cuando Ana empezó a escribir su diario en 1942 el día que cumplió trece años, no podía sospechar que su relato iba a constituir un canto a la vida, un símbolo inmortal frente a la barbarie nazi, un conmovedor testimonio de la inocencia frente al mal en estado puro. Este libro cuenta su historia, los buenos momentos y los malos, la gente que le acompañó y algunos de los pensamientos que ella volcó en las páginas de su diario, y describe una época de nuestra historia que nunca debe pasar al olvido.
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