Esta mariquita era gruñona, antipática y maleducada. No quería compart ir su desayuno con nadie y, encima, se creía la más grande y fuerte, c apaz de pelear con cualquiera que se le pusiera por delante. Fueron pa sando las horas, los insectos, los animales y, cuando llegó el momento de la cena, la mariquita se comió? una sorpresa descomunal. Un libro que contiene una profunda moraleja sobre la arrogancia, la soberbia y la avaricia. Pero a la vez está concebido de una forma tan divertida y original que, cuando se llega al final, se quiere volver a empezar. C on el clásico toque lúdico - páginas de distintos tamaños y solapas- a l que nos tiene acostumbrados Eric Carle, el autor de álbumes ilustrad os preferido de todos los niños del mundo.