[...]Mi to reflexionó. Un nuevo desenga¿o lo matara. Resolvió entonces tomar como objeto de su devoción algo que nadie coleccionara. Sopesó cuidadosamente los pros y los contras de la decisión que estaba a punto de tomar, y una vez más bajó a la arena para luchar con denuedo. Se haba propuesto iniciar una colección de ecos. [...] De todos los escritores del mundo, tal vez sea Mark Twain quien más haya disfrutado contando sus personales historias. No es extra¿o, por tanto, que el lector se divierta y reflexione con su ingenio y originalidad, con su implacable visión de la naturaleza humana, y fundamentalmente, con su incisivo e inteligente sentido del humor.
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