Sazan Eyes (su título original) narra la historia de Yakumo Fujii, un estudiante normal y corriente que trabaja de camarera en un bar (no hay error) porque se las tiene que apañar solo. Su madre abandonó el nido familiar y su padre es un antropólogo desaparecido. Sin embargo, pocas páginas dura la normalidad cuando aparece Pai, una mujer tibetana que le asegura que su recién fallecido padre la envió con él para que la ayudara a volverse humana, ya que es la última de una raza de demonios de tres ojos llamados Sanjiyan Unkara. Evidentemente, Yakumo no se cree nada y acaba muriendo en un accidente con el ave gigante mascota de Pai, quien lo resucita con el poder de su recién abierto tercer ojo, robándole el alma y convirtiéndolo en un lacayo invulnerable en
el proceso. Así se forja el vínculo entre Pai y su wu Yakumo, ahora inmortal y a sus órdenes, que deberán unirse para recuperar su humanidad y de paso combatir los planes de conquista de Kai Yan Wang, el rey de los Ranjiyan y su poderosísimo wu, Benares y a los millones de demonios que los acosan para beber la sangre de Pai y así hacerse inmortales (sin duda la potencial sobrepoblación de inmortales es un problema serio en el mundo de 3×3 Eyes ).