En octubre Minotauro presenta una obra inédita del creador de la Tierra Media. Christopher
Tolkien se ha encargado personalmente de preparar la edición de La leyenda de Sigurd y Gudrún. La edición incluye, además, la conferencia inédita de
Tolkien «Introducción a la Edda Mayor» acerca de la poesía nórdica en la que se basó para su propio poema. Será la primera vez que se publiquen los poemas narrativos en los que
Tolkien recogió los relatos nórdicos de Sigurd y la caída de los nibelungos. «En La balada de los Völsungs se relata la historia del gran héroe Sigurd, el cazador del más célebre de los dragones, Fáfnir, de cuyo tesoro se apoderó; del despertar de la valquiria Brynhild, que dormía rodeada por un muro de fuego, y de sus esponsales; y de su llegada a la corte de los grandes príncipes a quienes llamaban los niflungs (o nibelungos), de quienes se convirtió en hermano de sangre. En esta corte nació un gran amor, pero también un gran odio, alimentado por el poder de la hechicera, madre de los nibelungos, iniciada en las artes de la magia, de las transformaciones y de las pociones de olvido.En escenas de dramática intensidad, de confusión de identidades, pasiones frustradas, celos y amargas luchas, la tragedia de Sigurd y Brynhild, del nibelungo Gunnar y su hermana Gudrún, se hace más intensa hasta su final con
la muerte de Sigurd a manos de sus hermanos de sangre, el suicio de Brynhild, y la desesperación de Gudrún. En La balada de Gudrún se relata su destino tras
la muerte de Sigurd, su matrimonio en contra de su voluntad con el poderoso Atli, soberano de los hunos (el Atila histórico), el asesinato de éste a manos de los hermanos nibelungos de Gudrún, y la espantosa venganza que ésta lleva a cabo. La versión de J. R. R.
Tolkien es fruto de su exhaustivo estudio de la poesía noruega e islandesa recogida en la Edda poética (y allí donde no hay poesía antigua, de la posterior obra en prosa Völsunga Saga), de ahí el uso de estrofas breves cuyos versos imitan los ritmos aliterativos y la poderosa energía de los poemas de la Edda. CHRISTOPHER
TOLKIEN