En el año 1892 nació en El Vendrell, en la comarca del Baix Penedès, en el seno de la familia humilde de un zapatero aficionado a la música, un niño destinado a convertirse en catalán universal. Con el padre director de la Coral Vendrellenca, amigo del maestro Pau Casals, Andreu pronto despuntó por su capacidad intelectual y por sus preocupaciones políticas y sociales y con trece años ya publicó su primer artículo en un periódico local. Catalanista convencido, –el 11 de septiembre de 1906 hizo el discurso de saludo a la bandera catalana en el Centre Catalanista del Vendrell–, comenzó a militar en las filas del republicanismo federal y estudió magisterio, primero en Tarragona y luego en Barcelona, mientras colaboraba intensamente en la prensa local, comarcal y también barcelonesa, donde se convirtió en redactor de El Poble Català. Su conciencia social se concretó en una primera militancia en las filas del socialismo, pero sobre todo a partir de 1919 en el gran sindicato de la CNT, del que llegó a ser secretario general. Fue amigo y compañero de dirigentes como Salvador Seguí y Ángel Pestaña, y junto a ellos hizo frente a los duros años del pistolerismo y a la represión gubernamental. Entusiasta de la revolución rusa de 1917, viajó a Moscú en 1921 representando a la CNT, y permaneció en la patria de los soviets hasta finales de 1930. Allí se hizo comunista, aprendió el ruso, se comprometió con la revolución, se enamoró de Olga Tareeva –que le dio dos preciosas hijas–, se hizo trotskista y profundamente antiestalinista, y comenzó a traducir al catalán los clásicos rusos. De regreso a Catalunya, en vísperas de la proclamación de la República, vivió con intensidad los cambios que se estaban produciendo, primero como dirigente de Esquerra Comunista y más tarde del Partit Obrer d Unificació Marxista. Asimismo publicó libros emblemáticos como Les dictadures dels nostres dies o Els moviments d emancipació nacional . Al estallar la guerra civil, en julio de 1936, se convirtió en conseller de justicia de la Generalitat de Catalunya, desde cuyo cargo desempeñó una labor ingente, pero su compromiso con la revolución y sus críticas a Stalin y al estalinismo le valieron una intensa campaña en su contra por parte de los estalinistas catalanes y españoles. Tras los hechos de mayo de 1937, iniciada la injusta represión contra el POUM, Andreu fue secuestrado por la policía política soviética –que actuaba clandestinamente en la España republicana– y murió asesinado. Sin embargo, su recuerdo y su legado jamás han desaparecido y han dejado una profunda huella entre todos aquellos que siguen luchando por la emancipación social y nacional, a las cuales Andreu había dedicado su vida. Pelai Pagès. Profesor de Historia Contemporánea en la Universitat de Barcelona.