El paso del tiempo, eso que hasta ahora ha carecido de importancia, empieza a recuperar el sentido para Lena. De nuevo la vida le ha dado la oportunidad de embarcarse en un nuevo viaje, en su última aventura quizás, para recuperar su tan ansiada mortalidad. Pero esta vez no lo hace sola, Mey le acompaña para recordarle que incluso alguien que persigue
la muerte necesita de la calidez del amor para poder conseguir su cometido.