En Jóvenes hombres lobo se recogen algunas de las mejores y más tempranas páginas de Michael Chabon.
En la línea de Scott Fitzgerald, en estas historias aparecen personajes vagamente grotescos, jóvenes matrimonios que bailan y coquetean con extraños en fiestas glamurosas en las que siempre está a punto de suceder algún desastre. Los jóvenes hombres lobo que dan nombre a este libro son dos adolescentes cuyos mundos fantasiosos y marginales conectan cuando uno de ellos es expulsado del colegio y el otro se enfrenta al divorcio de sus padres.
«Entre los jóvenes valores de la actual literatura norteamericana, Michael Chabon es probablemente el menos abiertamente experimental y el que mejor conecta con las mejores virtudes del clasicismo de la llamada generación del The New Yorker, es decir, escritores como Truman Capote, J. D. Salinger o John Cheever .»
La Vanguardia