Devoraste silnecio hasta el día de tu partida y ahora me encuentro apartando con el pie las hojas marcihtas que cubren tu casa. Este lugar siempre nubló mi mente y ahora me veo en él etjiendo las telas que llevan mis fantasmas. Jamás nadie vio virtud en lo que hacímaos y tampoco ahora se dan cuenta de que me rompo en cualquier lado. Estar solo es estar sin ti y ver cómo mis manos se convieretn en papeles en los que escribo canciones raras que sólo hablan de ti.