Gaetano vive justo frente a la ventana azul de Laura. Él la observa cada día, hasta que una mañana reúne el valor para enviarle una carta de amor. Pero el azar hará que, en lugar de llegar hasta el buzón de Laura, viaje durante años por países remotos.
Finalmente la misiva llegará a su destino y ambos, ya ancianos, comprenderán que se quieren desde hace toda una vida.