En las paredes de algunas viviendas, en los museos y en los palacios, existe un mundo escondido a la mayoría de las miradas. Es el mundo de los salteadores. Hombres y mujeres con un extraño poder: la capacidad de viajar por los cuadros y recorrer las escenas que representan. El objetivo: robar los objetos de valor de los cuadros para los tres grandes señores. Esta es la historia de Lobo: el más valiente salteador que conoció la historia. Su dicha y su desgracia consistió en querer robar el manto de una Venus, pero le perdió el corazón en el intento.
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