Karin se debate entre los nuevos sentimientos que le produce Kiriya y el terror que le tiene a Yuka. Acostumbrada a hacer lo que le ordenan, se siente incapaz de hacer frente a su compañera de instituto. El sms que Yuka le envía acusándola de traidora causa su efecto, y Karin acaba rechazando a Kiriya y diciéndole que no siente nada por él. Sin embargo, su rival no parece dispuesta a perdonar que el bicho raro de la clase le quite a un chico, y a partir de ese momento empezarán las humillaciones y las afrentas. Afortunadamente, Karin va a contar con el apoyo de Ayase-san que le hará ver que no es tan difícil reunir un poco de valor.