En su experiencia como esclavo sexual de los Horikawa, Torazoo está siendo sometido a los más severos niveles de vejación que puedan imaginarse, y ya no sólo a manos del amo y señor de
la casa sino también de los sirvientes. Cumplida su misión de preñar a la señorita Hagino, heredera de la familia, el destino de Torazoo se presenta incierto y tenebroso...