Una familia es seducida por el misterioso canto de sirena de una extraña criatura. La melodía emana desde la laguna vecina cuando oscurece. En ésta primera obra larga de la talentosa artista, Lilli Carré, el quid de la historia es cómo reacciona cada uno de los miembros de la familia a la canción. Para el sabio ? y a veces un tanto demente- abuelo, la canción le recuerda que, en el tiempo que le queda, debe pararse a respetar, apreciar y temer a la naturaleza. La canción insinúa algo que Zoey, la hija, es demasiado joven para comprender en su totalidad. La canción atrae tanto a la madre, sexualmente frustrada, como a su marido, hacia el peligro... Carré ha experimentado con plumines y pinceles al dibujar esta novela gráfica en blanco y negro, dando al dibujo un halo diferente al de su obra anterior, Tales of Woodsman Pete, nominada a los premios Eisner y Harvey. La laguna ha sido influida por las
películas La mujer y el monstruo y La noche del cazador, aunque también puede ser leída a la luz de las sagas familiares de Flannery O´Connor o Carson McCullers.
Los ritmos, los golpecitos del abuelo, el sonido del metrónomo, se ven salpicados por silencios que se pasean por esta historia conducida por los sonidos. Jóvenes y adultos están invitados a imaginar la enigmática criatura acechante, una melodía sin fin que reverbera a través de aguas pantanosas, y que finalmente se escapa de la laguna para asomarse a las ventanas por la noche.