En Japón se ha aprobado la Ley de Venganza: los familiares de las víctimas de asesinato tienen derecho a cargarse al asesino. Pero, como no todo el mundo se siente capaz de volarle la tapa de los sesos a un ser humano -por más asesino de su familiar que sea- existen empresas que, por un módico precio, ponen a tú servicio a un profesional como Hiroshi Kano: ¡Ángel de
la muerte se alquila! Hiroshi... qué tío más raro. Mantiene conversaciones con una mujer que sólo él puede ver, y que tiene grandes planes para su futuro.