Para Yûgo, el negociar es vivir. No existe nada tan apasionante como una negociación. Cualquier equivocación supone la autodestrucción. Pero además de eso tiene que experimentar sufrimientos más espantosos que
la muerte. Por tanto, a través de las diversas probabilidades, peligros, trmapas, traiciones, y poner al límite tanto la mente como el físico, Yûgo elige la técnica a emplear para sus negociaciones. No obstante, en circunstancias extremas, la clave del éxito de su negociación es la confianza entre dos personas. La negociación es lealtad.