El que diga que la convivencia es fácil o es un coñón o no sabe de qué está hablando. Que le pregunten a este par: Konrad es el tío sensible, sensato y cultivado, en teoría el que lleva los pantalones. Paul es el baranda, el promiscuo de
la casa y un pequeño caos andante, el que la lía. Ambos los dos, juntos, revueltos o tirándose los platos a la cabeza, forman la pareja más divertida, tierna y emblemática del cómic gay.
Un buen puñado de historias con más risas que penas y toda la psicología profunda de que es capaz el figura de Ralf König.