Twilight Duscombe es ciega. Lo es desde la noche en que Jargo, el vampiro maestro y sus “hijos” exterminaron a su familia. Y es precisamente desde aquella noche que la joven ve cosas que otros no ven, sin lograr un instante de felicidad, ya que escucha a Jargo en su mente. Desde entonces ella y su hermano Reginald baten el continente en una cacería incesante. Ahora el vampiro está en Londres y, a la sombra del Big Ben, hay un sólo hombre que puede ayudarles a acabar con el monstruo. Y, sin embargo, Dylan vacila... ¡A Reginald le complace demasiado
la muerte como para estar seguro de que Jargo es el verdadero monstruo!