Loren Foster y su padre se mudaron a Hawaii hace seis años. Loren, que siempre ha sido un estudiante ejemplar, está a punto de terminar el instituto y últimamente sus notas están cayendo en picado. Los rumores hablan de que Shane, el mejor amigo de Loren, se ha metido en la droga dura.
Tan pronto Loren se apunta por primera vez a una de sus juergas, dará comienzo para él un recorrido infernal y a la vez paradisíaco por los rincones más sórdidos de la isla que se repetirá en noches sucesivas y le obligará a tomar nuevas perspectivas vitales sobre las relaciones que mantienen con quienes le rodean y sobre su inminente incorporación al mundo adulto. Su hasta enconces ordenada existencia quedará para siempre matizada por estos momentos decisivos de juventud que Johnson retrata con el rigor de un documentalista y la fuerza emotiva de un gran escritor de ficción.