Este increíble y fascinante relato real es un viaje al imperio empresarial y delictivo de Camorra.
Este increíble y fascinante relato real es un viaje al imperio empresarial y delictivo de la Camorra, que comienza y termina bajo el signo de las mercancías. Las mercancías «frescas», bajo las formas más variadas (videojuegos, relojes, ropa de marca) llegan al puerto de Nápoles, y para ser almacenadas y escondidas se sacan de los gigantescos contenedores e invaden antiguos palacetes, previamente vaciados por completo. Las mercancías muertas, procedentes de toda Italia y de media Europa, en forma de residuos químicos, restos tóxicos o fango, son vertidas abusivamente en los campos, donde envenenan, entre otros, a los mismos capos que erigen esas tierras sus fastuosas y absurdas mansiones. Esta es hoy la Camorra (o el «Sistema», ya que casi nadie usa la palabra «Camorra»): por un lado, una organización empresarial con impresionantes ramificaciones por todo el planeta y una zona oscura siempre más extensa donde cuesta distinguir cuánta riquezaes producto directamente de la sangre y cuánta de simples operaciones financieras, y por el otro, un fenómeno criminal profundamente influido por los medios de comunicación y la sociedad del espectáculo, cuyos dirigentes imitan la manera de vestir y de moverse de las estrellas del cine y de las figuras míticas, de los gángsters de Tarantino a las siniestras apariciones de El cuervo con Brandon Lee. En este libro absorbente y escrupulosamente documentado, Roberto Saviano ha reconstruido tanto la aterradora lógica económico- financiera y expansionista de los clanes napolitano y casertano como las febriles fantasías que suman el fatalismo mortuorio de los samuráis medievales japoneses. El resultado es un libro extraordinario y potente, apasionado y brutal, al tiempo objetivo y visionario, de investigación y literario, lleno de horrores e inquietantes fascinaciones; un libro narrado siempre en primera persona por este jovencísimo autor, nacido y criado en la tierra de la Camorra más dura.