Un paladín del Caos que reciba demasiadas recompensas de los dioses oscuros suele sucumbir a la locura y la mutación y se convierte en un engendro del Caos. Muchos lo consideran un gran honor, pues el paladín se convierte en una verdadera criatura del Caos, deformada e indescriptible, que nunca más se verá afectada por las preocupaciones mortales sobre su propia conservación, sobre la lealtad o sobre cualquier otro aspecto que no sea su propio instinto. El destino de un engendro es
la muerte, ya sea en el campo de batalla, desgarrado a manos de una criatura aún más salvaje que el propio engendro o literalmente destrozado debido a la acumulación de energía del Caos que continúa corrompiendo su ya de por sí deformado cuerpo. Esta caja contiene 1 miniatura de Engrendros del Caos.