Hexeris, maestro mortiteúrgo, no tiene rival en la manipulación de la vida y
la muerte. Perdió hace mucho tiempo la capacidad de empatía para con los vivos, y los ve como simples máquinas con umbrales de potencial, daño y dolor perfectamente analizados. Aquellos que hablan con él se marchan sintiéndose manchados, pues su mirada puede penetrar hasta la esencia inmortal. Hexeris es diestro en combate, y lo suficientemente fuerte como para haber sido catafracto si su mente no le hubiera destinado a un camino más siniestro.