Puesto que el objetivo del tratamiento vocal es conseguir que el paciente sea capaz de producir la voz utilizando al máximo sus cualidades y con el mínimo esfuerzo, es importante concienciarle de la necesidad de poner en práctica lo ejercitado en las sesiones, de cara a una generalización, integración y automatización de las adquisiciones. Así pues, se recomiendan estos mismos ejercicios como material adecuado para que el paciente pueda trabajar en su casa de forma paralela al tratamiento y favorecer la consecución de un buen hábito vocal. La experiencia nos ha demostrado que si el paciente es capaz de captar cómo se produce el sonido y qué órganos intervienen en él, se implica más en la realización de los ejercicios y avanza más rápidamente. De ahí que recomendemos que el terapeuta explique con palabras sencillas el proceso de producción de voz: cómo son las cuerdas vocales, por dónde ha de pasar el sonido, por qué el beneficiosa la respiración costo-abdominal, etc. Para ello, puede recurrir a dibujos, textos y todo aquel material del que pueda valerse para dicho fin. En el caso de las disfonías derivadas de hipertonía vocal, además de la relajación segmentada que proponemos en este manual también recomendamos el uso de la relajación generalizada. El orden de ejecución de los ejercicios no es aleatorio, sino que obedece a una serie de fases elaboradas sucesivamente en dificultad creciente, si bien su secuencia de aplicación puede variar a criterio del terapeuta, en función de las necesidades del paciente.
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