Después de tantos años de juego, Croqueta ha acabado en la basura. Marisa no puede creer que su primo Gustavo haya permitido que su madre tire ese cocodrilo de goma con el que tantas veces han jugado. La niña insiste una y otra vez en que hay que recuperarlo, pero ya no se puede hacer nada. ¿O s? Quizás si hablan con el Hombre de las Basuras... ¿Será tan peligroso como cuentan?
Producto anterior Filiberto el dragón |
Producto Siguiente
La lluvia llegó con Gabriela |