Siglo V a. C. El gigantesco Imperio persa pretende destruir Atenas y conquistar Grecia. Sólo Temístocles, el visionario, será capaz de idear una defensa para plantarles cara. El enfrentamiento tendrá lugar en la batalla de Salamina, escenario de traiciones y heroísmos, en la que se dirimió el futuro de la civilización occidental.