100 millones de niños viven hoy sin hogar en el mundo. Antes recibían el nombre de pícaros. Hoy son niños de la calle, maltratados y explotados, que se ven empujados a la exclusión social, a la delincuencia y al sufrimiento. Igual que Rinconete y Cortadillo, no cuentan con más ayuda para salir de ese mundo que su firme determinación.
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