En nuestra sociedad, la agresividad se ha convertido en un tabú: o no se afronta, o se afronta con prejuicios morales. Pero, según Jesper Juul, la agresión es la expresión externa de una frustración, y negarla la convierte en tabú peligroso. Debemos más bien comprenderla y afrontarla, especialmente en contextos educativo s y familiares, tanto en los niños como en nosotros mismos, padres y educadores.