Aunque tanto los medios de comunicación como los gobiernos occidentales se hanáesforzado en hacernos creer que los atentados terroristas de Charlie Hebdo en Parísáfueron exclusivamente obra de los radicales yihadistas, la realidad de los atentados nosáenseña una lección muy distinta. Lo que está ocurriendo en realidad no es una guerraáde religión, sino que son las huellas de un profundo juego geopolítico que está en manosáde las potencias occidentales y de los Amos del Mundo.A día de hoy, Estados Unidos, sus socios de la OTAN y sus socios regionales, comoáIsrael, Arabia Saudí y Qatar, están armando, financiando, protegiendo, formando y apoyandoáa los extremistas islámicos. Su objetivo: un cambio de orden en Oriente Medio.Fruto de toda esta estrategia, la tensión con las naciones islámicas irá en aumentoáy la crisis internacional crecerá en un futuro próximo y es que lo que estamos viendo enáel presente no es una simple guerra de religión, sino las huellas de un juego geopolíticoáde profundo y largo alcance.
«Estulin es uno de los pocos que ha entendidoálas razones reales de la crisis mundial», Wall Street Journal
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