Durante una excursión familiar a la montaña, Seiko nuevamente da muestras de ser una madre demasiado sobreprotectora con Seiichi, provocando las bromas de los demás. En un momento dado, de repente se oye un estremecedor grito. Ante la mirada de Seiko y de Seiichi, Shigeru se ha despeñado mientras hacía el tonto al borde de un precipicio. Las risas dan paso al drama, y Seiko no para de pedir perdón por no haber sido capaz de evitar la caída de su sobrino. Seiichi se encuentra en shock por lo ocurrido... ¿O acaso porque no ha sucedido tal como cuenta su madre