Alexander Purchinov es el presidente vitalicio de Pursia, un frío país conocido por su imponente poder militar y sus pomposos planes (cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia). Además de su don de mando, conocimientos variopintos y dominar varias artes marciales, Alexander siente una inconmensurable pasión cada vez que monta cosas, sea de manera simbólica como el país que lleva adelante o sea de forma literal como con cualquier vehículo o animal conocido en esta tierra. El problema es que su día a día resulta cada vez más rutinario y aburrido. Todo cambia cuando es víctima de un atentado, siendo aplastado por una cabeza gigante de una estatua de él mismo, lo que lo lleva a su fin... O mejor dicho, el principio, porque despierta en un mundo fantástico donde la geografía y la política son completamente distintos. Pero no sólo eso: ¡se trata de un mundo nuevo lleno de dragones, centauros, monstruos y vete tú a saber cuántas otras criaturas desconocidas y listas para ser montadas! En el camino conocerá a dos aventureras, la bruja Velvedia y la guerrera Saki, que enseguida pensarán en sacar provecho de la enorme destreza marcial del recién llegado y lo convertirán en su aliado, muy a pesar de los tres.