Plagios escandalosos o problemas con la censura por cartoons subidos de tono; inimaginables salas de cine, incluso para 6000 espectadores, que a la vez cantan en karaokes en los inicios del sonoro. Héroes legendarios japoneses como Momotaro, al servicio de la propaganda en la II Guerra Mundial. Animaciones del continente africano buscando hacer su propio cine, o de Hispanoamérica, viendo despuntar la creatividad de la mujer, que por fin tiene voz propia. ¿Y qué decir de esos otros recursos alternativos: marionetas de hilo, de mano, que han creado inolvidables series desde los orígenes de la TV en tantos países? O del cine de terror Un libro imprescindible que ofrece una mirada nueva sobre la animación, lleno de anécdotas curiosas y divertidas, con el tono desenfadado, aunque muy documentado, que caracteriza a las obras de Pedro Delgado Cavilla.