Asesinos de Series
es el nombre del blog de tres jóvenes (Andrés, Marta y Rubén) que viven juntos en Madrid. Adictos a las series, sueñan con crear su gran éxito internacional: una serie de referencia como podría ser Lost. Andrés se gana la vida escribiendo textos para agencias de publicidad y prospectos de farmacia. Marta es maquilladora en culebrones. Rubén es taxista y, en las largas esperas en el aeropuerto o estaciones, devora todas las series posibles. Un día, reciben la llamada de una productora de
televisión para entrevistarles. En realidad les recibe un subinspector de policía, Héctor Salaberri. El motivo: se están cometiendo unos asesinatos que tienen algo en común; están inspirados en series de
televisión. La policía quiere que les ayuden a encontrar nuevas pistas que puedan aparecer en otros casos y, a la vez, ir dibujando el perfil del asesino. Ese mismo día, cuando acuden a la cita, deben dar un rodeo porque el tráfico del centro de la ciudad está imposible. Desde la sexta planta de un hotel ha saltado un hombre. No tiene ningún documento que lo identifique. Se registró la noche anterior con un nombre falso. Este caso se les encarga a los compañeros de Salaberri, el agente Benítez y la inspectora jefe, Isabel Velasco.