Josh y Amanda acaban de mudarse a
la casa más vieja y extraña del barrio. Incluso es posible que esté embrujada. Pero sus padres no les creen. Les dicen que terminarán por acostumbrarse, que salgan y hagan amigos nuevos. Josh y Amanda les hacen caso, pero estos nuevos y siniestros amigos no son exactamente lo que mamá y papá tenían en mente. Porque quieren ser sus amigos. ETERNAMENTE.