Chaparro sabe jugar con los sentimientos, con los miedos y anhelos, logrando una obra cuasi redonda en la que avanzamos por las historias adentrándonos en ellas. Y esta es una de las grandes cualidades de El doble: lo narrado tiene un "alma" transmutada en la ambientación creada para que el lector sienta lo que lee.Sin lugar a dudas, una gran opción para perderse en un libro. (Javier Fornell).