Navidades, distintas estaciones del año, jugadores, cementerios, mundos imaginarios... Tenemos ante nosotros una serie de relatos que si algo nos ofrecen es variedad de temáticas, localizaciones, épocas e incluso de ritmos y sentimientos. Tienen en común la buena prosa que los construye, que permite que los lectores puedan cambiar de registro rápidamente al ir saltando de uno a otro y que, pese a la brevedad de los mismos, puedan generar un vínculo emocional con los personajes, transportándolos por un amplio abanico de historias por las que van fluyendo casi sin querer, arrastrados por las palabras.